Torredelcampo volvió a vivir este pasado sábado una de sus citas más emotivas del calendario navideño: el XX Certamen Benéfico de Villancicos, que celebró su vigésimo aniversario con un lleno absoluto en el Centro Cultural de la Villa. El público respondió un año más a la convocatoria de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Santa Vera Cruz, Jesús Sentenciado y María Santísima de la Piedad, organizadora del evento, que destinó toda la recaudación a la lucha contra la ELA, dentro de la campaña “Juntos contra la ELA”.
Desde los primeros acordes quedó claro que la música no era la única protagonista de la tarde. La emoción, el compromiso y el espíritu comunitario marcaron el ritmo de un certamen que reunió sobre el escenario a la Rondalla “La Besana”, el Coro Romero “Rosa de Abril”, el Coro “Olivo Verde” y el Coro “Camino Viejo”. Cada formación aportó su estilo y su identidad, haciendo que el público viajara desde los villancicos más tradicionales hasta interpretaciones más contemporáneas, sin perder nunca el sello local que caracteriza a estas agrupaciones.
El ambiente festivo se entremezcló con momentos de especial sensibilidad cuando la cofradía tomó la palabra para agradecer la participación de los asistentes y de los coros. “Con el corazón rebosante de gratitud”, expresaron, queriendo subrayar el papel decisivo de los vecinos en una causa que afecta a familias de dentro y fuera del municipio. “Cada nota que han entonado, cada acorde que han compartido y cada momento de emoción que hemos vivido juntos ha sido un reflejo del espíritu solidario de Torredelcampo”, añadieron, destacando que los fondos recaudados ayudarán a quienes conviven con una enfermedad “desafiante y durísima”.
La tarde incluyó también la entrega de premios del V Concurso “Ilustra nuestra Navidad”, dirigido al alumnado de Primaria. Los dibujos, elaborados por niños y niñas de 1º a 6º, decoraron el hall y aportaron un toque de inocencia y creatividad que arrancó sonrisas entre familiares y visitantes.
El certamen cumplió con creces las expectativas. Las entradas —que se pusieron a la venta el 19 de noviembre y se agotaron rápidamente— y la aportación de la llamada Fila 0 permitieron alcanzar una recaudación destacada, valorada muy positivamente por la organización. Quienes no pudieron asistir contribuyeron igualmente mediante Bizum, lo que amplió todavía más el alcance solidario de la iniciativa.
Al cierre, los voluntarios de la cofradía insistieron en su agradecimiento: “Gracias por su entrega, por dejar parte de su alma en cada actuación y por ser un ejemplo de solidaridad en nuestras vidas”. Un mensaje que resume lo vivido este sábado: un pueblo que volvió a unirse, que volvió a cantar y que, sobre todo, volvió a ayudar.